domingo, 26 de octubre de 2008

Juanito y el Ogro.-


Te voy a contar un cuento.

Este cuenta la historia de un niñito, es uno pequeño, no tanto como pulgarcito y de un ogro más feo y más enorme que shrek. El niño por nombre tenía Juan como el de las habichuelas mágicas y el ogro se llamaba…. OGRO.

En los tiempos de este cuento, todavía existía la esclavitud y Juanito era el esclavo del ogro. Lo había compró cuando aún era más pequeño teniéndole que cuidar por varios años. Juanito había crecido con un inmenso miedo al ogro, pues su dueño era, y el trato que le ofrecía nada afable era. Juanito sabia que tan malo tampoco era el ogro, pues más de una vez se mostro con ciertos gestos “bonitos”, pues como dice el zorro del principito: “si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí el único en el mundo. Seré para ti único en el mundo…” siendo eso lo que había ocurrido en el corazón de ogro que tenia Ogro.

Durante mucho tiempo Juanito se desvivía en tratar de ser agradable al ogro y pensando que con su actuar cambiaria al ogro, para así no sufriría nunca más. Sin saber Juanito que Ogro había tenido esclavos por mucho tiempo y que parecía ser inmortal porque estos habían muerto ya, recibiendo el mismo trato despreciable que él recibía también. Cuando supo Juanito de la existencia de estos comprendió que los dibujos que estaban en la pared de su cuarto habían sido por los esclavos anteriores a él, y por las figuras creía que todos ellos habían muerto por falta de alegría. Con todos estos gestos NUNCA hizo nada que el ogro sintiera el menor agrado, haciendo que estos incrementarán el temperamento de Ogro, aumentando el miedo de Juanito.

La característica principal de Juanito era la alegría, cosa que el ogro nunca podía vencer, aunque muchas veces Juanito se veía triste, haciendo creer a Ogro haber logrado su cometido.

Un día llego al pueblo una caravana de magos que parecían gitanos, los cuales tenían fama de descubrir en las personas lo mejor de ellas. Juanito hacia unas compras en el pueblo y los vio llegar. Lo que las personas del pueblo habían escuchado de los magos es que practican la magia y poseían poderes sobrenaturales, siendo un enigma para todos ellos, reuniéndolos en la plaza del pueblo. La caravana a su paso iba atrayendo mucha gente a su alrededor, quienes les buscaban para saber su futuro o algo que las ayudara en su vida. Esta caravana llegaba una vez al año, pero Juanito nunca los había visto.

De pronto, de entre la multitud, un mago con paso lento y muchas arrugas en su cara, comenzó a caminar como si un espíritu le hubiera poseído por dentro. Camino por medio de la multitud que se arremolinaba junto a él. Con un paso firme y como podía se iba abriendo camino. Sabiendo su lugar final llego frente a Juanito y le dijo: “tener la alegría eterna, no depende de las actitudes o peripecias del ogro sino solamente de ti, si quieres ser alegre solo depende de ti”.

Caminó el trayecto de regreso a la casa del ogro sin saber que pensar y porque ese anciano le había dicho esas cosas. Cuando el ogro lo vio sabía que Juanito era diferente y que algo había ocurrido en el pueblo y al ver esto su comportamiento fue aun más agresivo, sin embargo Juanito siguió con su vida sin importarle la actitud del ogro, porque sin importar lo que el ogro hiciera, la alegría que tenía por dentro y que podía expresar no dependía de nadie fuera de él, sino que Juanito era dueño de esa gran dádiva.

***

Una de las definiciones que da la Real Academia de la Lengua Española sobre cuento es está: “narración breve de ficción”, lo contado anteriormente es pura ficción, eso sí no deja de tener su raíz en la realidad, porque de cualquier experiencia se puede hacer un cuento, solo se requiere imaginación.


San Salvador

Octubre de 2008

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