viernes, 3 de octubre de 2008

“Estad siempre alegres. Orad en todo momento” 1 Tes. 5, 16-17

Hace más de 400 años se fundo un convento mujeres, que deseaban vivir con mayor perfección los consejos evangélicos. Su fundadora fue la Santa Madre Teresa de Jesús y ella misma nos relata el acontecimiento: “fue el Señor servido que, día de San Bartolomé, tomaron hábito algunas y se puso el Santísimo Sacramento, y con toda autoridad y fuerza quedó hecho nuestro monasterio del gloriosísimo padre nuestro San José, año de mil y quinientos y sesenta y dos. Estuve yo a darles el hábito, y otras dos monjas de nuestra casa misma, que acertaron a estar fuera. Pues fue para mí como estar en una gloria ver poner el Santísimo Sacramento… y grandes siervas de Dios, que esto se pretendió al principio, que entrasen personas que con su ejemplo fuesen fundamento para en que se pudiese el intento que llevábamos, de mucha perfección y oración, efectuar, y hecha una obra que tenía entendido era para servicio del Señor y honra del hábito de su gloriosa Madre, que éstas eran mis ansias.” Durante estos años han sido muchas las mujeres que llegaron a la gloria de los altares y se han perfeccionado en esos “colegios de Cristo” , ejemplo de ello son: la misma fundadora Sta. Teresa de Jesús, Sta. Teresa Benedicta de la cruz, Sta. Teresita del Niño Jesús, la Beata Sor Isabel de la trinidad… y muchas más que en el silencio del claustro se han hecho Santas.
He tenido la oportunidad de viajar a Nicaragua, el país más grande de Centroamérica y en el hace ya cuatro años, se fundó uno de estos colegios; este monasterio es llamado “Maria Madre de la Misericordia y de San José”. Fueron 5 las hermanas mexicanas que tuvieron el encargo de su fundación. Ahora de ellas 4 son las que se encuentran en el, y las vocaciones no se han hecho esperar, pues cuenta con 4 postulantes (nicaragüenses, salvadoreñas, y una guatemalteca), 2 novicias nicaragüenses y 1 aspirante. Para llegar al monasterio, hay que llegar a Las Nubes, pues es así como se llama el barrio, que pertenece al municipio de El Crucero, departamento de Managua.
La mañana transcurrió como es usual aquí en Managua, ese calorcito que es muy característico, aunque ya de camino fuimos sorprendidos por una lluvia torrencial, que era el presagio de la frescura con que nos recibieran en Las Nubes; Ellas se encuentran a 30 minutos de camino de ciudad, están situadas entre las montañas de Managua. El clima no es el mismo, existe una bruma que las cubre ya a las 3 de la tarde —según me cuentan— y esa lluvia que vimos caer de camino fue un regalo, pues al llegar pudimos ver de lejos algo de la ciudad capital, pues el cielo se había limpiado con esa tormenta que nos sorprendió, aunque todavía se le podía ver sobre la ciudad.
Fuimos recibidos por toda la comunidad, el monasterio aunque por fuera se ve pequeño, es grande por dentro —según me contaron—; sin embargo, se encuentra en construcción por la falta de recursos. En este momento, hace falta construir los locutorios, la capilla, la biblioteca, la hospedería, etc. El locutorio donde se llevo acabo la visita es provisional, que cuando se encuentre en su totalidad el monasterio, será para ellas la sala de recreación teresiana.
Comunidad CC. DD. Quizás puedes pensar que ellas son unas personas aburridas y que no son “tan terrenales”, pues nuestro concepto de las religiosas es que su día transcurre en oración de rodillas, mortificaciones que deshumanizan y otros conceptos que son dados por el mundo, pues todo ello vende. Su día, comienza a las 5 de la mañana, con su oración personal, que es lo fundamental de ser carmelita, la liturgia de las horas, y su misa diaria; después el día transcurre ordinariamente, pero hecho extraordinariamente por ellas: estudios, la huerta y los diferentes cargos para el mantenimiento y funcionamiento de su comunidad.
La carta de presentación al estar con ellas es la alegría, no son mujeres amargadas o sin sentido del humor, es mas la edad ronda por 27 años aproximadamente, algunas con estudios superiores ya terminados. Alegría que sobrepasa todo lo que nosotros podemos creer, pues no es por ningún factor externo, sino que más bien sale de ellas porque en ellas esta quien las motiva a desapegarse del mundo. San Pablo en esas dos líneas de su carta a los Tesalonicenses nos hace un llamado a estar alegres, y ese estar, solo lo podemos llevar por esa diferencia que Dios hace en la vida de la persona que vive en Él. Con esto no quiero decir que hay que estar dentro de un convento o monasterio para estar alegre plenamente, sino más bien que cuando nosotros encontramos en la vida lo que Dios quiere, es en ese momento que al hacer Su voluntad estaremos siempre alegres, a pesar de los problemas que podamos encontrar en el camino. La segunda frase nos podría explicar el ser de ellas (las carmelitas), “Orad en todo momento”, pues es lo que realizan a diario. ¿Cómo oran en todo momento? Todo lo hacen poniendo a Dios en lo que ellas realizan.
La visita transcurrió en un compartir en el que estuvo siempre presente la alegría. Todo termino cuando se tenían que retirar para unirse a la iglesia en su oración universal y como siempre ellas oran por todo el mundo, estos monasterios —una vez escuche— son como los pulmones de la iglesia, pues de la oración surge ese contacto con Dios que tanto le hace falta a este mundo, por la secularización que lo domina, porque en los que en ellos viven se olvidan de si y se dan para que la presencia de Dios este en el mundo; el papa Benedicto XVI en su mensaje para las misiones de este año nos dijo: “y especialmente a los monasterios de clausura que intensifiquen su oración por las misiones.
Gracias al compromiso de todos los creyentes debe ampliarse en toda la iglesia la red espiritual de oración en apoyo de la evangelización”, por tanto él también nos involucra a no dejarlas solas, sino acompañarlas en la oración por todo el mundo y por ellas, pues también necesitan esa fuerza y seguir con el «si» que han dado para servirle en la entrega total.



Managua
octubre, 2007

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