Al cumplir años todos seguimos como al principio…
“...Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto…/ lo que no conocemos y apenas sospechamos,/ y no saber adónde vamos,/ ni de dónde venimos…”[i]
Hace ya 29 años que he venido a este mundo. Vine a un país llamado El Salvador y se encuentra en la América Central. Antes de tomar este nombre los indígenas le llamaban CUSCATLAN, palabra náhuatl que significa: tierra de cosas bellas, y según mi madre yo soy una de ellas.
He sido inculcado en la Iglesia Católica, de la cual no soy como muchos que hoy en día se encuentran peleados con ella u otras personas las cuales simplemente no creen en ella. Por el contrario yo creo que es la única religión, en la cual se encuentra la única verdad y que fue fundada por el mismo Dios…
Con una lluvia que ha comenzado a caer ahora que son las 11:30 pm del 15 de septiembre se marca el inicio del día, y con ella también se ve marcado el inicio de estos escritos que desde ahora serán publicados… tengo 29 y son muchas las cosas que escribo, no son grandes maravillas, sino mas bien sucesos que veo en el transcurso del día y que forman parte de este “gran” San Salvador que se abre a los ojos de todos los que vivimos en este pequeño pero gran país, a demás se que saldrá una que otra cosa religiosa, pues no podemos ignorar a Dios que siempre está en todo, pero que no necesariamente quiere decir que lo debemos sacar para todo.
¿Porque no hacer la diferencia? Es la pregunta que me surgió después de unos sucesos que mas adelante narrare. Creo que cada uno es dueño de su propio destino y cada uno debe forjarlo como se le dé la antojada gana, pero eso no quita que por eso debemos o tenemos que educar y enseñar a los que vienen atrás, que la vida no vale o que el país no puede ser mejor. El domingo por la noche asistí a la quema de pólvora por los 187 años de independencia patria, y escuche una cosa curiosa, un niño de no más de 12 años le preguntaba a otro amigo de él, -calculando también la misma edad- bonitas las luces, ¿verdad? A lo que el otro le contesto: estuvo bien feo. Lo cual me llamo mucho la atención, pues a mi si me había gustado. Pero eso no quedo ahí ayer lunes también escuche a otro joven de 15 años hablando con otra persona, y le decía que el país no vale la pena.
¿Sera eso posible? No es posible. Y si eso es cierto quiere decir que los salvadoreños no servimos.
Con 16 años de paz, debemos ver hacia el futuro pensando en los que están por ser los hombres y mujeres del mañana, a los cuales debemos inculcarles que el país al cual pertenecemos puede dar mucho más y todo lo que puede dar, vendrá por las personas que vivimos y queremos que así sea, o seremos siempre tan pesimistas que no podremos sobresalir porque no creemos en nosotros mismos.
Cuando vemos hacia adelante en el tiempo nos podemos encontrar con esas mismas palabras de Rubén Darío. Pero nosotros como país sí sabemos de dónde venimos, por lo que sabemos a dónde no queremos llegar… ¿queremos ser mejores?
A mis 29 que hoy orgullosamente los llevo, puedo decir que es lo quiero para vivir y por ello mismo se que no hay pesimismo que pueda contra mi….
[i] Lo fatal, Rubén Darío.
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